Guardiana del equilibrio entre generaciones.

Mi historia con la astrología comenzó con una revelación personal que transformó completamente mi percepción de la realidad. La primera vez que me interpretaron mi carta natal, sentí un alivio profundo y la certeza de formar parte de un propósito mayor.

 

Vengo de una familia muy religiosa, pero siempre me sentí distante de esa fe tradicional. La astrología me mostró un camino que trasciende religiones y creencias, conectándome con algo mucho más vasto.

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Esta experiencia no solo cambió mi forma de ver el mundo, sino también de relacionarme conmigo misma y con los demás. Lo que había percibido como un vacío interior comenzó a llenarse, y esos talentos que creía no poseer —escondidos detrás de mis "no puedo" y "no soy buena en esto"— comenzaron a florecer. Por fin encontré respuesta a esa pregunta que siempre me acompañaba: "Mi vida no puede ser solo esto, tiene que haber algo más que pueda hacer".